Si bien este último año ha sido único para todo el mundo, la verdad es que, hasta el momento, ha sido el año en el que más cambios personales he experimentado hasta la fecha: he cambiado de país, de trabajo, comenzado a vivir en pareja, aprendido un nuevo idioma y un largo etc. Es pues en este contexto que he podido reflexionar sobre algunos conceptos que, si bien pueden parecer obvios, la verdad es que a mí me ayudan a ser una persona más equilibrada, segura de sí misma, y feliz.
Si estás mirando siempre por el retrosivor, no encontrarás tu camino
Como comentamos en los artículos Que le den al ruido y Cuidado con lo que deseas, el nuestro, es un tiempo donde parece que las oportunidades y opciones son ilimitadas.
Si hace 50 años era inimaginable que alguien de un pueblecito en España pudiera acceder a un curso del MIT, ahora esto no solo es posible, sino que está a dos clics de distancia.
Si hace 50 años la expectativa media de alguien con carrera universitaria era tener un trabajo estable con un sueldo razonable, ahora la expectativa de los recién graduados es montar una start-up que les haga millonarios antes de los 30.
Si hace 50 años el pool de potenciales candidat@s para pareja era limitado a tu entorno más cercano, ahora tienes millones de personas al alcance de un swipe.
Si hace 50 años la gente se comparaba con los vecinos, ahora nos comparamos con millones de desconocidos en escaparates – porque solo se enseña lo bonito – online como Linkedin, Instagram, Twitter o Facebook.
¿Ves por donde voy? Obviamente tener opciones no es malo. Mucho mejor poder asistir a un MOOC online que estar limitado a ir a la universidad de tu provincia. Ahora bien, como todo gran poder, esa infinitud de opciones conlleva una gran responsabilidad.
¿Cómo elegir estudios, carrera o pareja cuando sabes que el potencial es ilimitado? Lo normal es sentir parálisis. Lo que antes era un camino establecido y claro, ahora es un océano de posibilidades. Acabamos oscilando entre la hiperactividad (nos apuntamos de golpe a 3 MOOCs, saturamos nuestra librería a un ritmo insostenible y llenamos nuestro tiempo libre con cursos y derivados) y la apatía (netflix & chill).
Como dicen en Spiderman, todo gran poder conlleva una gran responsabilidad. Para mí, personalmente, mi responsabilidad individual es interiorizar que no existe la decisión óptima – imposible calcular ex-ante consecuencias de tercer orden- , que todo camino se hace al andar y que cada camino es único.
Que conste que yo no estoy, ni de lejos, libre de pecado. Si me despisto, es probable que acabe frunciendo el ceño por leer alguna biografía sin filtro o alguna noticia del estilo «3 jóvenes de 2X años han vendido una empresa por tropocientos millones».
Ahora bien, ser consciente de esta disonancia cognitiva es el primer paso para entender que solo tú puedes construir tu camino, siguiendo tu curiosidad y mirando hacía la carretera – y no estar constantemente pendiente de los retrovisores.
En este sentido, te recomiendo encarecidamente un par de artículos sobre la temática:
https://cardinal.substack.com/p/corazonadas-1
El futuro se puede visitar de vez en cuando, pero no vivir en él
Lo sé, un tópico no, un topicazo: «vivir en el presente».
Reconozco que seguramente no solo habrás oído este consejo en multitud de ocasiones, sino que además muy probablemente que lo relaciones con psicología barata y bullshit estilo Mr Wonderful. Lo entiendo perfectamente, yo mismo pensé así durante mucho tiempo.
Obviamente no tengo ni idea de si a ti te pasa, pero, históricamente, yo he tenido tendencia a divagar horas y horas pensando en escenarios futuros: «si hago esto ahora, en X años debería Z», «tengo que espabilar con esto, que si no en X años será demasiado tarde»,…
Si bien es obvio que ser maduro significa ser consciente de las consecuencias a largo plazo de tus actos, también es cierto que es extremadamente difícil estar presente (una presencia activa) cuando tu cabeza lo único que hace es recrear potenciales situaciones y problemas futuros, con una gran dosis de FOMO.
Así pues, hace unos meses, empecé a tratar esto como una prioridad y la verdad es que, si bien estoy a años luz de conseguir estar siempre presente, estoy muy contento con las mejoras experimentadas.
Como vimos en Cómo beneficiarnos de las enseñanzas budistas, la meditación es una práctica extremadamente útil para empezar a tomar consciencia de nuestros propios pensamientos y desarrollar el hábito de estar presente.
En mi caso particular, un libro que me ayudó mucho en su momento a tomar consciencia de la importancia de meditar y a aprender a estar conmigo mismo es Biografía del silencio del sacerdote Pablo d’Ors.
Agradecimiento + Perspectiva
Es obvio que no todos los días acabas el día pensando: «Oh Yeah! Qué pasada de día 🤘». Es totalmente normal, a veces el día a día puede resultar cansado y exigente: trabajar, hacer la compra, limpiar, etc.
Ahora bien, si tomamos perspectiva, lo cierto es que somos extremadamente afortunados simplemente por el hecho de haber nacido donde hemos nacido y en el momento de la historia en que hemos nacido.
En occidente, por desgracia, tenemos la mala costumbre de dar por sentadas tantas cosas de nuestro día a día, que cualquier pequeño inconveniente es motivo para una queja desmedida.
Aunque pueda parecer una tontería, está demostrado que incorporar rutinas de agradecimiento puede ayudar significativamente a mejorar tu satisfacción con tu vida.
Tus pensamientos y estados de mente no son elementos etéreos que caen sobre ti por designio divino, sino que son el resultado de tus experiencias vitales y tu perspectiva sobre la vida.
Así pues, si tenemos que escoger entre centrar nuestra atención en las cosas que nos molestan o en las cosas por las que nos sentimos agradecidos, estoy convencido de que tiene todo el sentido del mundo desarrollar la costumbre de valorar las cosas positivas que nos pasan.
Conclusión
Nunca vas a ganar a otra persona a ser esa persona. La autenticidad es el único camino sostenible a largo plazo. Lo óptimo a nivel profesional es desarrollarse en aquella área done se valore una combinación de skills que deriven de seguir tus inquietudes personales. Muy probablemente, desarrollar esta combinación de habilidades será el resultado de un proceso prueba – error, guiado por tu curiosidad intelectual. Estar presente te ayudará a vivir una vida más llena y no perder la energía y el foco en problemas futuribles. Si tienes un día de mierda, recuerda coger perspectiva y anotar las cosas por las que estar agradecid@ – que, si estás leyendo esto, seguramente sean muchas 😉
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