Por razones personales, este ha sido un año de cambio. Cambiar de país, cambiar de trabajo, pasar a vivir en pareja, etc. Reflexionando sobre estos y otros cambios sobrevenidos (i.e. Covid), quiero compartiros algunas ideas sobre los cambios desde un punto de vista personal.
Salir de tu zona de confort te enseñará mucho sobre ti mism@
La inercia y la hiperactividad son unos sedantes de primera. Cuando estás en tu día a día, los meses pasan volando. Cada día es de algún modo u otro diferente pero hay una clara línea invisible que marca un camino trazado donde nos sentimos cómod@s.
Ahora bien, cuando uno decide cambiar de país, dejar su trabajo y empezar a vivir con su pareja, os puedo garantizar que todo está flotando en el aire. Idioma, amig@s, familia, buscar un nuevo trabajo, etc. Todo es un remolino de ilusiones, miedos, altibajos y una dosis no menor de confusión 😅
¡Qué movida!, pensarás. Pues sí, 100%. Hacer un salto mortal así te da un meneo a muchos niveles. Ya no eres aquel o aquella X profesión (i.e. banquero) con su entorno y su familia, ahora estás tú con tú en un entorno donde nadie te debe nada ni tiene por qué interesarse por tu vida.
Y eso es maravilloso. Cuando no hay tantas fuentes de reconocimiento (ni presión) externas, es un momento óptimo para reflexionar y conocerse mejor. Entender qué nos motiva (o qué cosas queremos evitar) es un factor que se vislumbra más claramente cuando se está en esta situación.
Por lo tanto, para mí, el cambio ha sido un habilitador de introspección y reflexión que me ha permitido empezar a entenderme mejor.
La flexibilidad será tu fuerza
Por mi naturaleza curiosa, desde siempre que he tenido muchos más intereses que tiempo.
Si tuviera 7 vidas me gustaría hacer una cosa diferente en cada una. Si tú eres igual, quizás alguna vez hayas tenido envidia de aquella persona que tienen una vocación muy clara (e.g. medicina, abogacía, etc.).
Si bien no hay nada malo en que haya personas que tienen muy claro dónde quieren desarrollar su carrera profesional, también es cierto que tu amplitud de horizontes puede ser extremadamente útil cuando estás haciendo un cambio de dimensiones relevantes.
La clave está en buscar potenciales profesiones que te interesen y que te sirvan para desarrollar habilidades permanentes y las bases técnicas para una buena carrera a futuro (i.e. Excel, atención al detalle, etc.).
La buena suerte funciona
Muchas veces la gente confunde tener una flor en el culo con tener buena suerte. ¿Cuál es la diferencia? Pues que mientras no se requiere ninguna (o muy poca) iniciativa por tu parte para tener una flor en el culo, para tener buena suerte es imprescindible que te muevas.
De hecho, la buena suerte no es más que la combinación de una actitud adecuada junto con la persistencia de seguir abriendo puertas…y seguir abriendo la puerta 100 con las mismas ganas que la puerta 1 😎
En mi caso particular, encontrar un trabajo en Austria ha sido cuestión de transitar caminos poco concurridos, invertir las horas necesarias en aprender bien alemán y abrir constantemente puertas.
Conclusión
Pese a que cambiar de país es mucho más difícil que seguir en el camino marcado, explorar páramos desconocidos te permitirá conocerte al desnudo y poner las bases de una relación más sincera contigo mism@. Si eres flexible, aprovecha el lujo de poder explorar diferentes caminos alternativos y elegir el que te permita poner mejores bases (y dejar más puertas abiertas) para el futuro. Olvídate de la flor en el culo y céntrate en crearte tu propia buena suerte 🍀
Deja una respuesta